Fundación Marambio
Presentación del libro sobre el barrio donde está el Museo Antártico
"La Torre Ader erguida entre fábricas y chalecitos"

Realizado con investigaciones y testimonios de vecinos, entre ellos la Fundación Marambio

La Licenciada Alicia Irene Rebollar, presentó su libro “La Torre Ader erguida entre fábricas y chalecitos”, donde nos narra historias de esta emblemática torre y de las transformaciones socio-espaciales en Vicente López Oeste entre los año 1850 y 2015.

Este libro que con habilidad y esmero ha sabido tejer Alicia Rebollar, es el fruto de un estudio intenso y sistemático, en el que también se encuentra el amor por el barrio, de ella y de quienes dieron sus testimonios.

Es una poderosa contribución a la investigación local que tanto precisamos en estas naciones jóvenes, para conocer nuestras raíces, comprender nuestro presente y adentrarnos en el porvenir

La Torre Ader, como decidió llamarla la gente, formalmente llamada Torre de la Independencia, que se encuentra en Triunvirato y Cerrito de la localidad de Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, con su altura de 42,3 metros llegó a ser el punto más alto del partido de Vicente López, fue extraño legado de Bernardo Ader a la Argentina, en la conmemoración el Centenario Primera Junta de Gobierno patrio el 9 de julio de 1916.

Sobre la Torre Ader, decía en el año 1998 quien fue Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas de Vicente López, el Dr. Manuel Guillermo León, que: “Cuando se erigió la torre, ese sector era Olivos, un poco más adelante ya fue Munro; al tener permanencia la parada de tren y transformarse en estación, perteneció a Carapachay y no hace mucho, el Concejo Deliberante dio nombre otro barrio: Villa Adelina de Vicente López y esto nos dice que esta torre tuvo como domicilios legales las localidades de Olivos, Munro, Carapachay y Villa Adelina; cuatro domicilios y nunca se movió de donde siempre estuvo”.

El desarrollo urbano, que se expandió en Villa Adelina a partir de 1920 y en Carapachay y a partir de 1940 junto al desarrollo industrial que tuvo su apogeo en la década del 60, dejo cercada a la Torre por una breve rotonda y rodeada de casas y fabricas.

Ya no se la ve desde la distancia, salvo desde algunos puntos estratégicos, aunque, ella desde su mirador sigue abarcándolo todo como un extraordinario e inmóvil observador cuya vista abarca 360º, un testigo inmejorable de las transformaciones socio-espaciales operadas en esa zona del oeste del partido de Vicente López y estas transformaciones dan cuenta de la historia nacional de los últimos 100 años.

El pasajero del Ferrocarril General Belgrano puede ir, en poco más de media hora, desde la cercanía de la Torre Ader hasta la estación terminal de Retiro, en donde se alza la Torre ofrendada por la comunidad de inmigrantes británicos a la República Argentina.

Bajo el titulo “Apareció el tesoro de la Torre: el portón de la Quinta de Ader”, narra la autora que casi cincuenta años después se encontró el tesoro de los vecinos, el portón de ingreso a la Quinta de Ader, que está en un corralón de materiales del partido de Malvinas Argentinas y después de este hallazgo se iniciaron acciones a nivel empresarial y municipal desde hace cuatro años, sin resultados positivos hasta la fecha.

Este portón, tiene las columnas de acero y puertas de acceso a sus costados, mide 7,20 m de ancho por 5,60 m de alto, es de fabricación francesa de fines del siglo XIX y fue importado junto con otros elementos que se utilizaron para la construcción del casco y la torre en los primeros años del siglo pasado.

El material del que está construido, es acero al carbono forjado a mano, incluso la estampería (hojas y elementos de estética vegetal) está realizado también en forma artesanal, portón no tiene una sola pieza que no haya sido fabricada, forjada y remachada a mano y su  peso estimativo ronda entre los 4500 a los 5000 kg.

Cabe destaca que estamos ante una pieza que trasciende el valor de lo constructivo-material, ya que se trata de un elemento de valor escultural porque ni con la tecnología moderna seria posible replicarlo.

Este hallazgo despertó el sentimiento de los vecinos que se entusiasmaron con ver nuevamente el portón frente a la Torre Ader, tal como se lo muestra en el fotomontaje y una vecina le dedicó un hermoso poema titulado “Viajero Portón de Ader”, el que pueden disfrutar, haciendo clic: AQUI.

Este es un libro, que llena el alma de recuerdos y sentimientos, así no sea del barrio y podrá encontrar mas detalles e información en el prologo realizado por el Director Provincial de Museos y Preservación Patrimonial  de la Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Ricardo LÓPEZ GÖTTIG, que está haciendo clic: AQUÍ.

AUTORA del LIBRO: Alicia Irene REBOLLAR

Es licenciada en Antropología Social y Cultura, ha publicado “Carapachay, la formación de un barrio” y “El legado de Bernardo Ader en Vicente López”.

Integra el Instituto de Investigaciones Históricas de Vicente López (IIHVL) y es vecina de Carapachay.

En el año 2016 recibió de la Secretaria de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Vicente López el Premio Juan Joseph de Vertiz y Salcedo en reconocimiento a la investigación histórica que dio lugar al presente libro.

SI TIENE INTERES POR ESTE LIBRO

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