Fundación Marambio
Misiones excepcionales
del Hércules C-130 en Malvinas

El Presidente de la Asociación de Tripulantes de Transporte Aéreo Brigadier (R) VGM  Marcelo Noel URIONA, dio la bienvenida al público que colmaba el Salón "Brigadier General Antonio Parodi" del Círculo de la Fuerza Aérea el día 25 de septiembre de 2015, dirigido a quienes presenciaron la segunda parte del Ciclo de Conferencias "El Hércules en Malvinas", sobre operaciones aéreas que desarrollo el Escuadrón 1 C-130 de la I Brigada Aérea, durante el conflicto del Atlántico Sur, manifestando que por sus características excepcionales es difícil de catalogarlas.

"El Hércules Bombardero"
Disertante: Brigadier Mayor (R) VGM Alberto VIANNA - Comandante vuelos de bombardeo

 "La Exploración y Reconocimiento aéreo sobre el mar"
Disertante: Comodoro (R) VGM Eduardo SENN - Comandante en vuelos indicativo "Loco"

"El Hércules en el rescate de heridos en combate"
Disertante: Comodoro (R) VGM Dr. Enrique Jorge TESTA - Médico de evacuación aeromédica

El señor Presidente de la ATTA antes de dejar el auditorio a los expositores, hizo algunas reflexiones sobre estos vuelos, especialmente aclaró lo difícil que es clasificar estas misiones en la doctrina operacional de la Fuerza Aérea, porque son tareas poco comunes, que salen fuera del orden establecido y suceden rara vez, es decir, son extraordinarias.

Finalizada las conferencias, la Comisión Directiva de la Asociación de Tripulantes de Transporte  Aéreo, les otorgó un presente recordatorio a los protagonistas de estas misiones.

HÉRCULES BOMBARDERO

Estas no fueron operaciones de apoyo como son en general las operaciones de transporte aéreo, fueron claramente operaciones de combate, y no… de apoyo.

Podrían describirse como una operación de interdicción aérea, propia de la aviación ofensiva, eso si, realizada con un avión de transporte de 70 toneladas de peso, sin armamento y sin defensas de ningún tipo, que tenían por objeto impedirle al enemigo la concurrencia de medios a la zona de combate, que pudieran influir directamente en el desarrollo de las operaciones propias, restringiéndole la libertad de acción y la capacidad operativa.

Estas riesgosas misiones de combate, se realizaron utilizando sistemas de puntería y tiro improvisados, y adaptándose bajo las alas los contenedores de bombas.

Entre los días 29 de mayo y 8 de junio se cumplieron cinco misiones de interdicción, lográndose detectar un buque tanque que fue atacado, y con el impacto de una bomba, quedo fuera de servicio hasta el final de la guerra.

MISIONES DE EXPLORACIÓN Y RECONOCIMIENTO AÉREO SOBRE EL MAR

Estas misiones, son aquellas acciones destinadas a obtener información sobre el enemigo y del ambiente operacional,  y están adecuadamente definidas como operaciones de apoyo al combate, que la Fuerza Aérea desarrolla normalmente con equipos especiales en los aviones de combate o específicos para esta actividad, con sistemas ópticos y de radar, siempre como una responsabilidad primaria, en la campaña de apoyo a las fuerzas terrestres.

Sobre el mar ésta responsabilidad fue de la Armada Argentina con sus propios medios de exploración y reconocimiento, que al quedar fuera de servicio a mediados de mayo de 1982, obligó a la Fuerza Aérea Sur a realizarlas sin estar preparada, y sin tener los medios aéreos específicos para la detección del enemigo.

Por ello la posición de la flota, de los portaaviones y los buques logísticos se transformó en una necesidad crucial del desarrollo de la batalla, no se podían planificar los ataques de nuestros cazabombarderos si no conocíamos donde estaba el enemigo.

Estas misiones dieron los resultados previstos, permitiendo el accionar de nuestros aviones de combate con adecuada aproximación a los blancos, pero la alarma temprana de aquellos que nos cuidaban las espaldas jugó un papel desequilibrante, cuando el 1º de junio la tripulación del avión Hércules C-130, matrícula TC-63 fue interceptada y derribada por la aviación enemiga, cobrándose la vida de siete tripulantes, hoy héroes nacionales.

Seguramente la historia juzgará este hecho como un crimen innecesario. Hacia ellos nuestro reconocimiento por su entrega.

EL HÉRCULES EN EL RESCATE DE HERIDOS EN COMBATE

Este accionar, tiene que ver con aquellas acciones aéreas destinadas a trasladar al personal herido hacia lugares con capacidad de atención medica efectiva para su recuperación, y por la situación operacional en que se desarrollaban los aterrizajes de los C-130 en Puerto Argentino, por el accionar permanente de la aviación y la flota enemiga que los bombardeaba de día y de noche, deberían ser catalogadas como operaciones de rescate en combate, como una extracción y escape de una zona peligrosa y hostil.

En estos vuelos de regreso al continente, el Escuadrón 1 C-130, rescató a 270 heridos, que de haber permanecido en el hospital de Puerto Argentino, su recuperación no hubiera tenido la urgencia y la complejidad necesaria, a pesar del esfuerzo y la dedicación de nuestros hombres del hospital conjunto, muchos de ellos no hubieran sobrevivido si estos vuelos no se hubieran realizado.

Todas estas misiones, si bien diferentes en su doctrina y ejecución, tuvieron como elementos comunes: la incertidumbre del ambiente operacional, siempre hostil por la amenaza de las patrullas aéreas de combate enemigas, y la posibilidad de ser interceptados hasta por un helicóptero equipado con misiles de ultima generación; por las malas condiciones meteorológicas del ambiente aeromarítimo, que dificultaban la travesía a baja altura, y los despegues y aterrizajes en una pista de emergencia, por los daños y obstáculos a su alrededor.

ADIESTRAMIENTO, EXPERIENCIA Y CONFIANZA MÚTUA

Todo ello solo pudo ser superado por el adiestramiento de nuestros tripulantes, por la experiencia acumulada y especialmente por la confianza mutua que cada tripulante tenia en la acción del conjunto.

La confianza mutua es una hipótesis sobre la conducta futura de los otros. Es una actitud que concierne al futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de otro. Es una especie de apuesta en la capacidad del grupo que se integra.

Esa confianza tiene varios factores que la hacen posible, el primero y tal vez el mas influyente es el grado de competencia del otro, sus conocimientos y habilidades, la integridad y la honestidad en su accionar, la estabilidad en su forma de actuar con una actitud autentica, y finalmente, la lealtad en la disposición y voluntad para proteger al otro.

Nada une mas a un grupo, que el saber que la supervivencia individual y de conjunto, depende de la idoneidad y coraje de los que la integran.

La realidad fue que estas misiones, por el riesgo y la peligrosidad que implicaban, no solo exigieron de nuestros tripulantes la experiencia y la confianza mutua en la acción del conjunto, sino también condiciones excepcionales como, valentía, arrojo y  liderazgo durante todas sus misiones de exploración y reconocimiento, de interdicción y bombardeo, y en la recuperación de los heridos en combate.

Nuestros tripulantes no fueron solo eficaces y profesionales en el cumplimiento de cada misión, el valor agregado estuvo en que cuando la necesidad lo impuso, el cumplimiento del deber fue bastante más allá de su doctrina de empleo.

Finalmente, el mundo entero reconoció y ponderó tantas misiones cumplidas, y el tremendo esfuerzo que ello supuso.

En nuestro caso, en las operaciones de todo tipo que realizó la aviación de transporte, la satisfacción de nuestros tripulantes estuvo no solo por haber cumplido hechos y acciones extraordinarios, sino también, por haber sido parte de ese engranaje maravilloso que fue la Fuerza Aérea Sur, elemento armado de la Nación, que hizo posible plantar y defender la bandera de la Patria en nuestras Islas Malvinas.

En definitiva, todo ello fue posible porque nuestros tripulantes fueron hombres de honor y ello fue la cualidad moral que los impulso a realizar el mas estricto cumplimiento de sus deberes profesionales.

El Honor es la base de la disciplina, de la honestidad y en este conflicto adquirió relevancia especial, porque la misión encomendada a nuestros tripulantes fue la defensa de la Patria.

Todos y cada uno de los integrantes del Escuadrón Hércules que participaron en la guerra de Malvinas, especialmente a los que cayeron en combate, los comprende esta frase de autor anónimo:

"El honor esta por encima de la vida y de la hacienda, y de cuanto existe en el mundo, porque la vida se acaba en la sepultura, y la hacienda y las cosas que poseemos son bienes transitorios, mientras el honor a todo sobrevive y trasciende a los hijos, y a los nietos, y a la casa donde se mora, y a la tierra donde se nace, y a toda la humanidad, finalmente, como un aroma eterno de virtud.

Lo importante no es cuanto vivimos sino como vivimos y, mas aún, como morimos."

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