Fundación Marambio
En un pequeño avión da la vuelta al mundo
Operando también en la pista de la Base Marambio, de la Antártida Argentina

Llegó al aeropuerto Cuatro Vientos de Madrid – España, como escala final, el piloto aviador Miguel Angel “Michel” Gordillo, de sesenta años de edad, con el pequeño avión monomotor experimental RV-8, matricula EC-XLL de menos de 1500 kg de peso, modificado para poder tener una autonomía de hasta 26 horas de vuelo y 6.250 km de alcance.

A su llegada realizó unas pasadas en formación junto a los aviones de la Escuela Avanzada de Pilotos del Real Aero Club de España.

Había completado su vuelo científico dando la vuelta al mundo a través de los polos en dos etapas, con el objeto de medir los niveles de hollín atmosféricos, además de conseguir en completar esta hazaña, ser el primer avión monomotor, que realiza esta travesía.

Desde el pasado 1 de octubre, que salió del aeropuerto de Cuatro Vientos para completar su segunda etapa para dar la vuelta al mundo, camino del Hemisferio Sur, en su avión de construcción amateur Van's RV-8, ha cruzado el mar Mediterráneo, el continente africano, el océano Índico, el continente australiano y ha despegado desde la isla de Tasmania para atravesar el océano y posteriormente el continente antártico hasta llegar a Sudamérica.

Michel Gordillo, Premio Viaje del Año 1998 de la Sociedad Geográfica Española, en su periplo hacia el polo sur, ha aterrizado en Menorca, Malta, Marsa Matrouh (Egipto), Jartum (Sudan), Malendi (Kenia), Islas Seychelles, Islas Maldivas, Islas Coco, Port Hedland (Australia), Ayers Rock (Australia), Mildura (Australia) y Hobart Cambridge (Tasmania).

Desde ahí hasta la base italiana Mario Zucchelli (Antártida), el punto de salida para sobrevolar el Polo Sur el 9 de octubre de 2016, para llegar a la Base Marambio de la Antártida Argentina, su último destino para la etapa polar.

Este vuelo es ya en sí un récord por sí solo, al ser el más largo de forma ininterrumpida sobre el continente helado y en un avión monomotor.

Después partió hacia la Ciudad de Ushuaia, la más austral del mundo, de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico sur de la Argentina, para ascender hacia el norte por el país, con escalas en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Buenos Aires, las cascadas de Iguazú y a la ciudad de Curitiba, primera escala en Brasil.

Durante la segunda etapa desde Kenia, sobrevoló el océano Índico, el Antártico y el Pasaje de Drake, hasta llegar a Ushuaia.

Los vuelos sobre el mar son los más arriesgados en caso de accidente, ya que la búsqueda de la persona se complica debido a la deriva que le produce las corrientes y el viento.

Tanto Gordillo como el avión han estado sometidos a grandes cambios de temperatura, pasando de los 45ºC en África hasta los 31ºC bajo cero en la Antártida.

En Maldivas le realizaron una exhaustiva revisión al avión con la ayuda del personal de la escuela de vuelo del país.

En Tasmania repitió la revisión a la aeronave, y se preparó para alcanzar la base italiana Mario Zucchelli, su punto inicial para realizar el sobrevuelo del Polo Sur y aterrizar en la Base Marambio.

En el vuelo sobre el continente antártico tuvo que asumir la negativa de apoyo de la empresa norteamericana Antartic Logistics & Expeditions (que opera la pista Union Glacier con el código OACI SCGC) y de la británica British Antartic Survey (que gestiona la Base Rothera, código EGAR), no facilitándole un posible aterrizaje para repostar si lo hubiese necesitado.

Al final, los vientos favorables ayudaron a alcanzar su objetivo, la Base Marambio, a la que denominó “tierra amiga”.

Aterrizó en la pista natural de la Base Marambio, donde solo pudo descansar una noche, ya que al día siguiente y ante la perspectiva de que empeorara la meteorología, dio el salto a la Ciudad de Ushuaia, ya en el continente americano.

Gordillo ha tenido que recurrir a todos sus conocimientos aeronáuticos y su capacidad para resolver problemas para poder realizar los complicados vuelos a través de todas estas etapas.

El vuelo de Michel Gordillo tenia una finalidad científica, ya que está tomando muestras en vuelo de hollín atmosférico en zonas remotas.

Entrevista realizada a Michel Gordillo en video disponible aquí.

IMPORTANCIA CIENTIFICA

Los datos tomados por los sensores del avión son enviados después al Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía y la Universidad de Granada, que en colaboración con la firma Aerosol d.o.o., da soporte científico al vuelo.

Para estos análisis el avión va equipado con un mini-aethalómetro (A33-avio), capaz de distinguir las fuentes del hollín, discriminando si se originó en la quema de combustibles fósiles o de biomasa.

El vuelo permitió monitorizar el hollín en un intento de alcanzar un mejor conocimiento sobre este agente del calentamiento global.

De acuerdo a los resultados científicos, el calentamiento global que experimenta el planeta desde el inicio de la era industrial está originado en la actividad humana.

En especial los gases de efecto invernadero, entre los que destaca el dióxido de carbono, que producen un calentamiento paulatino, parcialmente contrarrestado por las emisiones de pequeñas partículas que componen el denominado aerosol atmosférico.

Estas partículas, que son emitidas por la naturaleza pero también por la actividad humana, reflejan la radiación solar hacia el espacio y compensan parcialmente el aumento del efecto invernadero.

No obstante entre las emisiones de partículas antropogénicas se incluye el hollín, también denominado carbono negro, producido en procesos de combustión incompleta, que absorbe intensamente la radiación solar y produce un efecto de calentamiento atmosférico.

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