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25 AÑOS DEL INICIO DE LAS OPERACIONES AÉREAS DE LA FUERZA AÉREA
EN EL CONFLICTO MALVINAS

Ceremonia realizada en la I Brigada Aérea de El Palomar el 10 de Abril de 2007, con motivo de cumplirse 25 años del inicio de las operaciones aéreas ofensivas de la Fuerza Aéreas en el conflicto Malvinas; cumplimiento y puesta en ejecución del Plan Aries 82, cuya misión era la operación de asalto aéreo en el aeropuerto del archipiélago.

Discurso pronunciado por el señor Presidente de la Asociación de Tripulantes de Transporte Aéreo (ATTA), Brigadier (R) VGM Jorge Francisco MARTÍNEZ.

Es esta una ceremonia en recordación del vigésimo quinto aniversario de la “iniciación de las operaciones aéreas ofensivas de la FAA en el conflicto Malvinas ”, es decir la puesta en ejecución del Plan Aries 82, cuya misión era una operación de asalto aéreo a cumplirse en el aeropuerto del archipiélago.

A muchos se les planteó y se les plantea un interrogante ¿a qué se esta refiriendo?

La historia se escribe, se narra y se transmite según una tendencia que responde a una visión de la realidad pasada que no siempre es totalmente abarcativa de lo acontecido, ya sea por desconocimiento, error, omisión o por imperio de las circunstancias de tiempo, poder o lugar.

Por ello vamos a hacer un poco de historia, la que pocos conocen, la historia íntima, humilde, la de nuestra amada I Brigada Aérea de transporte.

No lo bastante divulgada, pero hace un cuarto de siglo llenó corazones de emoción, cuerpos de adrenalina y fue el comienzo de una épica epopeya profesional militar del transporte aéreo mundial, como lo fue el puente aéreo a Malvinas antes del 1° de mayo y preponderantemente luego del 1° de mayo al 13 de junio de 1982.

Este acto debía realizarse el 02-ABR pasado, pero por razones de fuerza mayor, no imputables a nadie se postergó; no obstante el 10-ABR el puente aéreo estaba en plena ejecución, basta recordar que en los primeros quince días de ese mes se cruzaron alrededor de 2500 toneladas y 4000 hombres; por ello y con toda seguridad la de hoy fue una jornada de intenso trabajo.

Dice nuestro manual de estado mayor que hechos son verdades que pueden probarse.

Entonces lo que reseñaré a continuación son hechos.

El domingo 28 de marzo de 1982, en horas del mediodía, los jefes de escuadrón del Grupo 1 de Transporte Aéreo, el jefe del Departamento Operaciones y algunos pocos hombres mas fueron convocados e impuestos de una tarea: “planificar una operación de asalto aéreo a Malvinas, para el día 01-ABR-82”, que momentos antes había sido ordenada personalmente por el COA a un oficial superior de la unidad.

Se trabajo hasta el día 30 de marzo en absoluto secreto y aislamiento; ese mismo día se presentó el “Plan de Operaciones Aries 82” al comando superior.

Por meteorología se postergó su ejecución para el viernes 02-ABR.

El material aéreo previsto eran cuatro aeronaves C-130 para el traslado de personal y material, cinco Fokker F-28 para el transporte de personal, un IA-50 para tareas de enlace y un Fokker F-27 para búsqueda y salvamento. Es oportuno recordar que doctrinariamente el asalto aéreo es la entrega de tropas, sus armamentos, equipos y suministros por lanzamiento o eventual desembarco, directamente en el frente, en los lugares preestablecidos de combate o en sus proximidades.

El jueves 01-ABR fueron convocadas las tripulaciones en el salón de actos del Casino de Oficiales, con equipo de vuelo y pernocte y hasta el momento ignorantes del motivo de la reunión previa al vuelo.

Las palabras iniciales del expositor fueron: “señores van a tener oportunidad de concretar un sueño largamente acariciado, reconquistar nuestras Islas Malvinas”.

El viernes 02-ABR a las 5:15 horas el C-130H Hércules TC-68, con el indicativo "litro 1", despegó de Comodoro Rivadavia, con el Grupo de Operaciones Especiales, el equipo de control de transporte aéreo, personal operativo, vehículos y material para la TAC.

Los efectivos de la FAA debían asegurar el aeródromo, hacerse cargo y organizar los medios de apoyo operativo con la finalidad de soportar la operación de transporte aéreo.

La pista se encontraba cubierta de obstáculos, que fueron retirados por las fuerzas que realizaron el desembarco anfibio y tomaron las islas, por ello finalmente lo planificado como una tarea de asalto aéreo se transformó, en vuelo, en un transporte de tropas.

Las tareas de ese día se realizaron, de acuerdo con lo planificado y habrían de continuar así hasta el 13 de junio, con el último arribo y despegue de un Hércules.

Parafraseando a Gandi: "nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado, un esfuerzo total es una victoria completa”.

Lo enunciado nos convocó hoy aquí y a la ATTA, como entidad que debe custodiar los intereses, tradiciones e historia transportera, y que ha querido por ello dejar plasmado en una placa el recuerdo y el reconocimiento a las tripulaciones que tuvieron el honor de demostrar la capacidad operativa de la I Brigada Aérea de transporte.

Reconocer este rico pasado, es afirmar nuestra identidad, por lo que nuestros antecesores nos han dejado y a los que debemos honrar a pesar de haber sufrido una derrota en nuestros corazones, pero debemos estar seguros que en cada acto que realicemos, corroboraremos la irrenunciable afirmación que las Malvinas son y serán siempre nuestras.

Agradecemos a las autoridades de la fuerza, de la brigada y en particular a sus integrantes, el habernos permitido ser participes de esta celebración tan cara a nuestros sentimientos.

Continuando con los agradecimientos acto seguido entregaremos a quienes ocuparon los cargos de COA Brigadier José Luis GABARI ZOCO y de Jefe de la I Brigada Aérea Comodoro Mayor Mario BAEZA, la distinción Brigadier General Gral. Antonio PARODI, en reconocimiento por el destacado apoyo proporcionado a la Asociación durante el ejercicio de sus funciones.

Señores sincera y cordialmente, muchas gracias.

Finalmente, los insito a continuar profundizando en el estudio de la historia contemporánea porque difícilmente se pueda amar lo que no se conoce en profundidad.

La enseña patria, esa bandera argentina que preside la formación fue condecorada con honor al valor en combate y esta embebida con la sangre de siete tripulantes y un soldado.

Fuimos los primeros y los últimos de la FAA en el espacio aéreo del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur.

Pertenecemos a un grupo humano especial, orgulloso de su pasado, conciente de su presente y muy inquieto por su futuro; ese futuro que esperamos con optimismo y sabedores que si la patria nos vuelve a convocar. Allí estaremos, como siempre, en primera línea.

Quiera Dios y Maria de Loreto que así sea.


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