Fundación Marambio

Mujeres AntárticasDotación Femenina

En el año 1977 la Fuerza Aérea Argentina abrió de par en par sus puertas e incorporó a la mujer como personal militar para trabajar junto con el hombre en diferentes especialidades.

Las mujeres desde hace algunos años atrás están cumpliendo funciones de su especialidad como refuerzo a las Dotaciones Anuales en la Base Marambio de la Antártida Argentina, en forma temporaria por periodos de dos o tres meses, sin llegar a cumplir el año de permanencia.

La primera mujer que fue destinada a prestar servicios por un año en la Base Marambio de la Antártida Argentina, integrando la Dotación XXXVII (2005/2006), fue la Suboficial Ayudante Sandra Elizabeth NAVA, quien se desempeño como Encargada de la Torre de Control de Vuelo de esa Unidad Aérea.

La Dotación XXXVIII (2006/2007), está integrada por cuatro mujeres, que se mencionan a continuación:

Cabo Principal Vilma Noemí DA SILVA CARDOZO Operadora de Comunicaciones
Cabo Principal María de los Ángeles BARCENA Enfermera
Cabo Primero Ingrid Pamela TABORDA Auxiliar de Pronóstico
SPV III Ana VÁZQUEZ Observadora Meteorológica

Cabe destacar que la Cabo Principal Gisela Soledad RIOS, que presta servicios en el Edificio Cóndor, en la Dirección de Asuntos Antárticos de la Fuerza Aérea; si bien no integró ninguna Dotación Anual, es la única mujer que integra el equipo de coordinadores que periódicamente cumplen funciones cuando se realizan los vuelos a la Base Marambio, con estadías temporarias en la misma o en la Base Aérea Militar Río Gallegos, que es desde donde se realizan estas operaciones aéreas.

Haciendo clic sobre sus nombres y apellidos pueden conocer el trabajo que realizan.

ANTECEDENTES

Retrocediendo en el tiempo veremos que la mujer ha participado activamente en la lucha, codo a codo con el hombre, con armas o desprovista de ellas.

Es el momento de recordar su audaz desempeño durante las invasiones inglesas, ya sea interviniendo activamente en el combate desde las azoteas de sus casas, o bien empleando la astucia propia de su sexo, para convertirse en insospechables correos o enlaces.

Los libros de historia nos recuerdan aquellas que sirvieron a las tropas y dieron su vida asistiendo a los soldados con lo mejor que sabían hacer: cosían sus uniformes, lavaban sus ropas, y atendían a los enfermos, también estuvieron aquellas heroínas que siguieron a sus hombres en las batallas y junto a ellos empuñaron las armas, ni patricias que abandonando la seguridad de sus hogares se introdujeron en los campamentos enemigos, actuando como eficaces espías.

Desde aquella época hasta la actual, de una u otra manera la mujer ha participado activamente en las Fuerzas Armadas.

Gracias a la evolución técnica del armamento, la fortaleza física ha cedido lugar al intelecto, por lo tanto las limitaciones de la condición femenina, tales como debilidad física o las enfermedades que le son propias, no significan estorbo alguno para dirigir, por ejemplo, la acción de misiles, ni tienen validez para imposibilitar el desempeño militar de la mujer.

La capacidad mental de la mujer es diferente, pero no inferior a la del hombre, entonces no existe motivo alguno para apartarla de las actividades de las Fuerzas Armadas de la Nación Argentina.

En Alemania el personal femenino incorporado no participa como combatiente; en Italia dicha incorporación se realizó a nivel Estado Mayor a través de un proyecto presentado en el Congreso; en Suiza, como en el país germano, cumple tareas o funciones que no son de combate y el Jefe del Servicio Militar Femenino tiene el grado de Brigadier; España permite el ingreso de la mujer a todos los Cuerpos, Escalas y Armas, incluso puestos operativos, excepto algunos destinos en la tropa y marinería profesionales; en Israel la Jefe del Cuerpo Femenino es una profesional responsable de esta esfera del Estado Mayor, dependiente del Jefe de Personal. Tiene a su cargo la formulación y ejecución de las políticas relativas al Servicio Femenino y cuenta con un staff profesional de oficiales y suboficiales; por ultimo, Perú posee un batallón femenino integrado por jóvenes por una profunda vocación aeronáutica, preparación científica y técnica para especializarse en diferentes áreas.

LAS ALAS ARGENTINA

En el año 1977 la Fuerza Aérea Argentina da forma orgánica a la participación de la mujer en sus operaciones.

Por Ley 21521 del 30 de enero de 1977 se crea la Policía Aeronáutica Nacional que la incluye entre sus efectivos. Actualmente el sistema de selección de las candidatas es el mismo que se utiliza para los hombres.

La mujer puede desempeñarse con eficiencia en todas y cada una de las especialidades aeronáuticas, salvo las funciones de combate, en las que la Institución contaría con una mayor cantidad de personal masculino.

Ella pone mucha voluntad para responder a las exigencias físicas. Permanentemente en los institutos de la Fuerza se la insta a superarse y logra muy buenas calificaciones.

Aquellos puestos que podría ocupar la mujer son: contabilidad, mecánica de sistemas, mantenimiento, electrónica e instrumentos, conductora de vehículos, operadora de radar, instructora militar, instructora de educación física, auxiliares de carga, informaciones, tripulantes femeninos, aviadores y/o navegadores aéreos, etc.

Tanto a los hombres como a las mujeres se les inculcan los valores morales, de familia, amor a la patria y la justicia, y reciben apoyo espiritual.

En la Fuerza Aérea se puede observar la armónica relación de convivencia entre el Personal Militar Masculino y Femenino. Se deja claro que hombres y mujeres física, orgánica y mentalmente son distintos.

En cuanto a las características físicas como la fuerza y la resistencia, el varón aventaja a la mujer en un porcentaje que no señala una diferencia abismal entre ambos: alrededor de un 30% para la primera y del 25 al 50% para la segunda.

Las diferencias psicológicas se dan en el tipo de razonamiento lógico del hombre y su forma de ser perseverante, impulsivo, pasional y simple. La mujer se guía por la intuición, los sentimientos y su forma de ser es paciente, calculadora y compleja.

El hombre aprecia de la mujer el cuidado que pone en los detalles para acabar bien un trabajo. En el IFE (Instituto de Formación Ezeiza), en la especialidad Mecánica de Instrumental, se manifiesta la paciencia y perseverancia como características de la naturaleza femenina.

Las Fuerzas Armadas al permitir el ingreso de la mujer han dado un gigantesco paso hacia su igualdad con el hombre.

La Fuerza Aérea Argentina cada año le cede más lugar al personal femenino, con la apertura de cursos que le brindan la oportunidad de incursionar en otras especialidades.

Agradecemos a la Suboficial Principal Laura Beatriz HERNÁNDEZ, Subdelegada en San Juan de la Dirección Bienestar de Personal de la Fuerza Aérea, por su valiosa colaboración al aportar datos para la realización de esta nota; ella en el año 1998 cumplió una comisión del servicio en forma temporaria en la Base Marambio de la Antártida Argentina.

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