Fundación Marambio

Aportes sobre la Antártida Argentina
Redactados y recopilados por
la profesora Selva Judith FORSTMANN

Fallecida el 10 de abril de 2009

Para el Suboficial Mayor (R) EDB y VGM D. Juan Carlos LUJAN, con estima:

DATOS GEOGRAFICOS

Al sur del paralelo 60º S, se encuentra ese gigante blanco e inmenso que es la Antártida que presenta particularidades, en ella no crecen árboles, no hay población autóctona, la vida es ínfima y es el sitio mas frío e inhóspito del orbe.

Esta separado de otras tierras por el Océano Atlántico, Pacífico e Indico, los que determinan una ancha faja marina, siendo la distancia desde Sudamérica de 1.100 km, desde Afrecha de 3.600 km, desde Nueva Zelanda de 2.200 Km. y desde Tasmania de 2.250 km.

Esa separación del resto de los continentes a través de los mares más tempestuosos del globo es una barrera casi infranqueable que hizo que fuera la región de la tierra que mas tardó en incorporarse a los conocimientos geográficos de la humanidad y que aun sigue ofreciendo gran resistencia a la inquietud investigadora del ser humano.

La extensión del Antártico ocupa casi un décimo de toda la superficie de las tierras del Planeta, es un océano profundo y circumpolar, rodeando una zona terrestre sobre la que descansa el más grande manto de hielo natural del mundo. Esa espesa capa de hielo hace de la Antártida el continente de mayor altura media del globo, 2.000 metros sobre el nivel del mar y enmascara el relieve terrestre permitiendo que afloren solo aquellas formaciones montañosas que superan en altura al espesor del hielo que las cubre y encubre las verdaderas dimensiones de la tierra ocultando su perímetro y relieve bajo, por lo que se desconoce con exactitud su área pero se la estima en alrededor de 14.000.000 de kms2, ocupando así el cuarto lugar en extensión después de Asia, América y África.

Si la Antártida se considera en un sentido mas amplio, con las islas y los mares helados que la rodean aumenta considerablemente esa cifra que varía con el invierno y el verano. A esa área de aproximadamente 53.000.000 de km2 se la denomina Antártida.

Las grandes escotaduras determinadas por los Mares de Ross y de Weddell lo dividen en dos lóbulos de diferentes tamaños, denominados: Antártida Oriental, el mayor, y Antártida Occidental, el menor, que proyecta la Península Antártica hacia Sudamérica.

En la Antártida Occidental esta el sector Antártico Argentino comprendido entre los meridianos 25º y 74 º de longitud oeste y el paralelo 60º de latitud sur; el primero corresponde al meridiano que pasa mas al este de las Sándwich; el segundo al meridiano que pasa mas al occidente de nuestro territorio en América del Sur (también por la proyección antártica era importante defender nuestros Hielos Continentales), y el tercero por convención.

Su área aproximada es de 4.000.000 de Km. 2, de los cuales alrededor de un 1.230.000 Km. 2 son de terrenos continentales.

Además la Argentina posee derechos sobre las islas subantárticas que forman el Arco Antillano en el Atlántico Sur es decir, rocas Cormorán y Negra, islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur.

El sector antártico argentino comprende la Península Antártica o Tierra de San Martín y las numerosas islas que la rodean. Las costas peninsulares están bañadas por el Mar de Weddell por el Oriente, el Mar de Bellingshausen por Occidente y por el norte el Pasaje de Drake y el Mar de Scotia.

La Cordillera de los Andes se prolonga en ella a través del Arco de las Antillas del Sur, Arco del Scotia, llamándose por esta razón a sus montañas Antartandes.

El perfil de su costa occidental, como su equivalente sudamericano, es sinuoso, con numerosas islas, mientras que el de la costa oriental, es mas regular, semejando nuestra costa patagónica.

La Península emerge del continente dirigiéndose hacia el norte y posteriormente se desvía al este. Constituye una meseta de más o menos 2.000 metros de altura, que despide glaciares hacia ambas vertientes.

Estos glaciares que fluyen por gravedad se dirigen hacia la periferia y se vuelcan en el mar a través de valles originando glaciares de tipo alpino, o bien lo hace a través de terreno poco accidentado, dando lugar a las barreras, siendo el límite sur de nuestra península determinado por las barrancas de hielo de la costa Confín y por la barrera de hielo Filchner y estando el Mar de Weddell, al oriente de la Península Antártica cubierto prácticamente en su totalidad por hielo marino.

Al penetrar en el mar estas formaciones flotan y se desprenden posteriormente, dando lugar a la formación de témpanos que, llevados por las corrientes hacia el norte, se diluyen merced al embate de las olas y las altas temperaturas.

CLIMA Y FENÓMENOS ÓPTICOS

El Continente Antártico tiene un clima excepcionalmente frío, seco y ventoso y bastante pobre en precipitaciones pluviales, en ella el verano es un invierno menos frío. Esto se debe a la alta latitud y al casquete de hielo que la cubre. El clima es muy seco con una humedad atmosférica que llega a ser diez mil veces menor que en el Ecuador facilitando esto la evaporación y la ablación glaciar y haciendo la atmósfera antártica sumamente pura y transparente.

Los rayos solares inciden sobre la superficie terrestre muy oblicuamente por lo que la cantidad de calor recibida es mínima y menor aún durante la noche invernal, cuando el sol esta bajo el horizonte las 24 horas del día.

La media anual de temperatura es igual a la que presenta la nieve a diez metros de profundidad, siendo las mas bajas del mundo. La mínima absoluta observada en el Planeta Tierra fue registrada en la estación rusa Vostok en la Antártida Oriental en lo que pasó a denominarse Polo de Frío (- 88º C).

La inversión de la temperatura es común en la Antártida y consiste en un fenómeno por el cual las capas de aire en contacto con la superficie son mas frías que las que se hallan a mayor altura. Este hecho es el causante de los fenómenos ópticos como el espejismo que hace aparecer como muy grande cualquier pequeño accidente en la superficie helada y hace que veamos con imagen invertida los témpanos en el horizonte.

Otro fenómeno óptico común en la Antártida son los halos, anillos luminosos que rodean al sol y la luna. Los efectos más notables de halo son los parahelios (fuente luminosa, el sol) y las paraselenes (fuente luminosa, la luna.)

Durante este fenómeno se ven tres soles o tres lunas sobre la misma recta, paralela al horizonte; el ubicado en el centro es el verdadero y los ubicados a los lados son falsos.

No podemos dejar de nombrar la aurora austral actividad de un fenómeno eléctrico que se produce a causa de la actividad solar y que solo se puede disfrutar ante la ausencia de la luz solar y lunar por ser poca su intensidad.

FLORA Y FAUNA

Con respecto a la flora y la fauna dividiremos al Antártico en tres ambientes: la atmósfera, el continente cubierto de hielo y el mar.

a) La atmósfera, si bien no permite la existencia de gérmenes patógenos que atacan al hombre tiene bacterias, levaduras y microhongos.
b) Sobre el continente la flora es pobre y está representada por líquenes (simbiosis de alga y hongo) y musgos y como excepción algunas gramíneas.
c) Los líquenes, algunos coloreados, algunos laminados y otros arborescentes surgen sobre cualquier roca protegida de viento, mientras que los musgos necesitan un ambiente mas resguardado y en la Península Antártica es posible hallar musgueras de varios centímetros de espesor.

La fauna del ambiente continental se reduce a algunos invertebrados: artrópodos, insectos y arácnidos.

a) En el ámbito marino la vida es esplendente abarcando desde el fitoplancton y el zooplancton hasta los pingüinos, focas y ballenas.
b) Con respecto a las aves como todas viven del mar, excepto la paloma antártica, poseen las patas palmadas, y para nombrar solo a algunos de ellos citaremos al albatros errante, cuya envergadura puede alcanzar los 3,50 metros, los diversos tipos de petreles, el cormorán de ojos azules, el skúa o gaviota parda, la paloma antártica, el gaviotín y los pingüinos cuyos antecesores se encuentran en la Antártida en estado fósil con tallas gigantescas que alcanzan 1,70 m, siendo el mas grande en la actualidad el "emperador" cuya talla alcanza el 1,10 m, y su peso alcanza hasta los veinticinco o treinta kilos.
c) Los pingüinos son aves eminentes sociales que viven en comunidades que a veces superan los 150.000 individuos y todo lo hacen en grupo: deambular, nadar, comer, nidificar y aun formar "guarderías" donde pocos adultos cuidan y sustentan a la totalidad de los pichones.
d) Entre los mamíferos que frecuentan la Antártida esta el grupo de las focas y el de los cetáceos, siendo estos los animales de mayor porte en la tierra y dividiéndose entre ballenas sin dientes, barbadas y ballenas dentadas.
e) La ballena azul puede alcanzar los treinta metros y pesar noventa o cien toneladas y la orca es un depredador que ataca a las barbadas y a los demás mamíferos de la Antártida.

LA ACCION ARGENTINA EN EL ANTÁRTICO

La España del siglo XV ya consideraba los territorios antárticos como propios , basada en los conocidos términos de la bula papal de 1493 y el Tratado de Tordesillas , firmado entre Juan Segundo de Portugal y los Reyes Católicos en 1494 y ratificado por el Papa Julio II en 1506, que fijaba los límites entre España y Portugal y que dividía el nuevo mundo entre ambos países con una raya o línea derecha de Polo a Polo que pasara a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.

Las tierras sobre las que Argentina reclama soberanía, integraron por lo tanto el Virreynato del Río de la Plata y fueron ocupadas hasta donde era posible y hasta donde podía exigirlo la situación de la época. En virtud de los principios generales que rigen la sucesión de los Estados, estas regiones pasaron a integrar el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que a lo largo del tiempo persistieron en perfeccionar el derecho que así habían percibido.

En tal sentido las autoridades que se sucedieron a partir de 1810, tuvieron conciencia de la necesidad de continuar ocupando nuestro sur, claro que con marchas y contramarchas que llevaron a perder territorios que ahora forman el sur de la República de Chile incluyendo parte del Estrecho de Magallanes, las islas Lenox, Picton y Nueva y un sector de los Hielos Continentales Patagónicos en territorio sudamericano.

ARGENTINA: PAIS DE DOS CONTINENTES

La Argentina extiende su territorio sobre dos continentes, circunstancia que desafía hoy como ayer, su capacidad de ocupar y civilizar gigantescos espacios.

El esfuerzo que concibió, organizó y ejecutó el General Hernán Pujato en unos pocos años, nunca terminará por eso de ser debidamente agradecido por los argentinos, no solo porque aseguró nuestros títulos y derechos sobre la Antártida sino también porque como toda gran operación estratégica, su obra de penetración y ocupación del Continente Antártico tiene el aliento épico, el espíritu de extensión de la frontera de la civilización que hoy debe renacer en la Argentina.

Nuestro país es de los pocos que en 1818 descubre, en 1903 ocupa, y desde entonces sin interrupciones estudia su sector antártico al que aspira legítimamente, y que con la concreción de la Comandancia Militar de las Islas Malvinas dicta normas destinadas a proteger la fauna a partir de 1829.

En 1894, el presidente de la Nación Dr. Luis Sáenz Peña prohíbe todo tipo de explotación en la Antártida, y establece que queda permitido como política nacional destinada al continente blanco, la exploración.

Desde tiempos remotos los sabios y filósofos establecían la hipótesis de la existencia de la Antártida, pero fue recién en el siglo XIX cuando, gracias a la navegación cada vez mas austral en busca de focas y ballenas se reconoce su ubicación estratégica y diversos gobiernos del mundo comienzan a apetecer parte de su territorio.

Ese fue uno de los motivos por los que se promovió una gran expedición internacional a la Antártida a comienzos del siglo XX de la que participó el sueco Otto Nordenskjöld. Allí nuestro país se convirtió en un lugar de paso casi obligado en el derrotero de los científicos que deseaban realizar investigaciones en este aún inhóspito continente.

Nordenskjöld, llegado a Buenos Aires en Diciembre de 1901, pactó con el gobierno argentino un intercambio útil a ambos: víveres, a cambio de la incorporación a la expedición del meteorólogo Alférez José María Sobral.

La expedición, que zarpó el 21 de diciembre de dicho año del Puerto de Buenos Aires y que debía durar pocos meses, vio impedido su regreso porque el barco que los transportaba naufragó entre hielos y se transformó así el Alférez José María Sobral en el primer argentino en invernar en el continente blanco.

Así los tripulantes del buque de Larsen fueron rescatados por la corbeta Uruguay, enviada por el entonces presidente Julio Argentino Roca que los encontró en Cerro Nevado el 8 de noviembre de 1903, llegando a Buenos Aires con la totalidad del personal rescatado el 2 de diciembre de ese año.

Estos acontecimientos determinaron el inicio de la actividad en la Antártida y el 22 de febrero de 1904, la Argentina se hace cargo de las instalaciones situadas en la isla Laurie en las Orcadas del Sur. Instalaciones que habían constituido el laboratorio construido por el científico escocés William Bruce con quien la oficina metereológica nacional comenzó las tratativas para la compra a fines de 1903.

Lo que aparece como cesión por exigencia de doctor William S. Bruce en realidad fue la compra por parte del estado nacional de la instalación de Omond House, el depósito de instrumental y los aparatos de observación por la suma de 5.000 pesos moneda nacional.

El Presidente de la Nación Julio Argentino Roca, en función del exitoso rescate de la expedición de Nordenskjöld y de la decisión de instalar un observatorio metereológico y geofísico en la Isla de Año Nuevo cerca de la costa norte de la Isla de los Estados, accedió a lo peticionado.

Junto con el Observatorio se instaló la primera oficina de Correos que funcionó en la Antártida y el autor de esa iniciativa fue el naturalista y geógrafo don Francisco Pascasio Moreno, preocupado por la defensa de nuestros intereses en la Patagonia y de nuestra presencia en la Antártida.

Dos de los cinco valientes hombres que por primera vez invernaron el la Isla Laurie para estudiar la naturaleza del extremo austral del mundo fueron José María Sobral y el Almirante Irizar quienes junto con sus hombres soportaron una tempestad que hizo que las aguas del mar alcanzaran el borde de la precaria casita que los cobijara.

Esta se transformó en la primera Base Argentina en la Antártida, la que fuera única y permanente por más de 40 años y es lo que motiva que celebremos el 22 de Febrero de cada año el Día de la Antártida Argentina.

Este fue el primer paso para la efectiva ocupación de lo que, por razones históricas, jurídicas, geográficas y geológicas hemos recibido en legítima herencia y debemos reclamar con decisión patriótica: la Antártida Argentina.

Comienza en esta época el establecimiento de bases, la mayoría inglesas y estadounidenses, por todo el Continente y la disputa por quién y cómo tomaba posesión del territorio.

En 1908 y 1917, los británicos crearon dependencias en las Islas Malvinas para poder cobrar impuestos a la caza de focas y ballenas, y usaron este posicionamiento para reclamar territorios antárticos.

En la década del 30, se realiza el segundo año polar internacional y nuestro país colabora ampliamente entregando los datos del Observatorio Orcadas, ya que los mismos eran los únicos con continuidad llevados a cabo en el helado continente y que eran necesarios para completar estudios geofísicos y metereológicos.

En la década del 40 expedicionarios argentinos construyen monolitos, colocan placas y banderas, dejan copias del Himno Nacional, monedas y actas de toma de posesión, pero esto no implicó la aceptación por parte de las Naciones con intereses en la zona. De hecho poco después, los británicos devolvieron dichos objetos en el puerto de Montevideo.

También hicieron incursiones en la Antártida en esa época los alemanes, los noruegos y la URSS, dejando insignias y banderas que eran retirados por los otros países en pugna.

Al respecto opina el historiador antártico Ricardo Capdevila: "Para los chilenos, los argentinos y los británicos, este accionar era casi una rutina. El país que llegaba después devolvía lo que los demás habían dejado."

Argentina crea el 30 de abril de 1940, la Comisión Nacional del Antártico y comienza en esa década a realizar campañas anuales llegando a construir 17 destacamentos, bases y estaciones científicas.

En esa década también Argentina firmó junto a Chile declaraciones conjuntas en las que se reconocían derechos mutuos sobre la Antártida Sudamericana y manifestaban la intención de concertar la demarcación en dicho territorio.

En 1947, hubo encuentros amistosos en la isla Decepción y ante esta situación Gran Bretaña comienza a invocar las cartas patentes de 1917 y surge la teoría de las dependencias de las Falkland, claro... como en aquel momento Argentina y Chile a través de sus presidentes Juan Domingo Perón y Carlos Ibáñez del Campo armonizaban sobre la indiscutida soberanía de ambos países y estaban en camino a acordar la demarcación de límites de común acuerdo, con la excusa de una posible apetencia rusa sobre el Continente Antártico , Inglaterra y EEUU comenzaron a impulsar la firma del Tratado Antártico.

Siendo Hernán Pujato Agregado Militar a la Embajada Argentina en la República de Bolivia ( entre 31 de diciembre de 1946 y 28 diciembre de 1948) se entrevista con el Presidente Juan Domingo Perón presentándole un plan de acción que implicaba recorrer la Antártida, tomar efectiva posesión de ella, más allá de la Base de las islas Orcadas e incluso llegar al Polo Sur.

Ese mismo plan de acción dio origen a la expedición científica a la Antártida Continental Argentina, que zarpara el 12 de febrero de 1951, desde la Dársena Sur del Puerto de la Ciudad de Buenos Aires.

Con motivo de la partida de dicha expedición, el Excmo. Señor Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón, pronunció el siguiente discurso:

"Señores: Yo he querido personalmente venir a despedir a la comisión científica que parte hoy a la Antártida. Al hacerlo me he inspirado en los deseos de darle a cada uno de estos hombres emprendedores una cordial despedida en forma personal, ya que se alejan a una ignota región de nuestra tierra para arrancarle muchos secretos que, en el orden científico permanecen aún desconocidos para nosotros. Quiero hacer presente que esta comisión se ha organizado por iniciativa del propio Coronel Pujato que la preside.

En segundo lugar, siento una inmensa satisfacción, como Presidente de la Nación, en hacer de cada uno de estos muchachos un hombre que parte para una empresa a la voluntariamente dedican su vida y sus conocimientos.

Hago también presente la inmensa satisfacción que experimento al ver que entre tantos que piden para ir a Europa y a los Estados Unidos, hay algunos que lo hacen para sacrificarse por el país. Les hago presente a estos muchachos que al hacerlo, recuerden que las páginas de nuestra historia futura están abiertas para los nuevos héroes que quieren ofrendar su vida en el altar de la Patria.

Por esta razón es que, al despedirlos los felicito y tengo la absoluta seguridad de que han de salir triunfantes en la empresa que acometen. Estoy también seguro señores, porque conozco el temple de los argentinos, que ellos han de cumplir no solamente la misión que se les ha encomendado sino que harán mucho más para satisfacer nuestro deseo de conocer y tomar la posesión efectiva de esos territorios que algunos nos disputan.

Estas empresas son las que irán asegurando la posesión real de un territorio y como el tiempo es la mejor justicia que el mundo ofrece a los hombres, debemos esperar tranquilos, porque si ahora no nos reconocen lo que justicieramente nos pertenece, el poder progresivo de la Nación y el tiempo irán fijando esas bases incontrovertibles de nuestro derecho. Quizás, algún día, si la justicia no hace triunfar ese derecho argentino, lo haremos triunfar si es posible con la fuerza.

Ya he hablado con el Jefe de la Expedición y le he dado mis consejos de soldado y amigo. Esta Expedición ha de hacer su vida tranquila en esa lejana región, y ha sido minuciosamente preparada, se han descartado todas las situaciones que no han podido preverse, pero lo previsible está hecho. Ellos deben contar con que la Nación entera siga sus pasos y los recordarán todos los días desde la Patria. Ellos al cumplir esta misión, saben que ésta es la primera expedición y han de seguirla todas las que sean necesarias para mantener en forma permanente el estudio y la ocupación de las bases que comienzan a establecerse.

Nosotros tenemos acuerdos para no ocupar todavía con fuerzas estas regiones de la Antártida. Las expediciones científicas argentinas que irán progresivamente ocupándola, serán la mayor fuerza que hemos de poner por ahora en nuestro territorio antártico. Esta expedición ha de realizar el estudio necesario para llegar hasta el Polo sur mismo, en forma progresiva y la Nación ha de ir preparando los medios para que se pueda cumplir en forma efectiva esta difícil misión.

Señores partan sabiendo que el corazón de los argentinos los acompaña y los acompañará permanentemente en su misión.

Antes de terminar quiero agradecer públicamente la inteligente y patriótica cooperación prestada por la Compañía Pérez Companc SA para que esta empresa se llevara a cabo, poniendo un barco mercante que los ha de conducir hasta la Antártida, ayudados por las fuerzas marítimas de esa región en todo cuanto sea necesario. Me satisface extraordinariamente que sea éste un barco mercante pues nosotros nos hemos comprometido con los ingleses y con los chilenos a no mandar fuerzas de la marina de guerra en misión a la Antártida.

Nosotros cumpliremos estrictamente nuestros compromisos. No sabemos si los demás que se han comprometido también lo harán, pero señores, lo que sabemos es que tenemos la permanente y absoluta decisión de obrar en esa región de acuerdo con nuestros derechos y con nuestras posibilidades. Eso lo haremos con toda la energía de la Nación en este y cualquier otro momento en defensa de la soberanía de su territorio y de sus derechos.

Finalmente, señor, Coronel, usted lleva la responsabilidad de esta empresa. Yo le conozco desde hace muchos años. Sé que no solamente es capaz de realizarla por sus condiciones morales, por su espíritu militar y por su capacidad, sino que sé también que es un hombre acostumbrado a vencer en la montaña los obstáculos más invencibles que opone la naturaleza. Sé que no habrá ninguna empresa que usted acometa, que no logre realizarla inteligentemente. Por eso tengo la absoluta persuasión de que ha de cumplir con su deber y que será para todos los componentes de la expedición su jefe y su amigo, pues en estas largas penurias de conjunto además de un jefe, es necesario tener un amigo. Serán todos amigos y al partir deben tomar la decisión de que, cualesquiera sean las circunstancias, la amistad, la unión, y la camaradería, deben reinar entre todos, ello será la garantía de la mutua protección contra los agentes adversos de la naturaleza. Así, unidos y camaradas venceremos, de ello estoy totalmente convencido.

Quiero hacer presente que también por iniciativa del señor Coronel, se ha fundado en el Ministerio de Asuntos Técnicos el Instituto de la Antártida. Que llevará el nombre del señor Coronel quién será su primer Director."

Esto no fue un acto vano, Hernán Pujato merecía este reconocimiento desde el mismo momento en que pergeñara su plan que podríamos resumir de la siguiente manera:

La primer etapa, era llegar a la latitud de San Martín o sea traspasar el Círculo Polar Antártico donde todavía no habían invernado argentinos , instalar luego Bases permanentes sobre el límite oeste del sector y sobre el límite este penetrando por el Mar de Weddell, la adquisición de un rompehielos para que llevara en 1953, una patrulla a dichas costas para levantar una nueva base, la adaptación de aviones Douglas para efectuar el apoyo aéreo a las diversas Bases y el apoyo permanente a los desplazamientos de las patrullas que deberían internarse hasta el Polo Sur, creación del Instituto Antártico Argentino, para dirigir en forma orgánica y amplia todo el quehacer científico.

Pedía además que sus hombres pensaran en relevos cada dos años, que fuera en lo posible personal militar y soltero, que estuvieran en entrenamiento permanente, practicaran gimnasia y esquí, fueran buenos marchadores y no fumaran ni bebieran, dispuestos a todo sacrificio y que aprendieran radio, alfabeto morse, orientación astronómica, meteorología, cocina, motores, bibliografía antártica y primeros auxilios.

En una segunda etapa, colonizar con grupos familiares el lugar más conveniente que parecía ser el área de Bahía Esperanza, en la cual se construiría un "caserío popular".

Que preclaro, que hombre que signó el destino de la Antártida Argentina, en 1951, funda la Base General San Martín al sur del Círculo Polar Antártico en Bahía Margarita, Paralelo 68º 07' Sur.

El 18 de enero de 1955, se funda la Base General Belgrano al fondo del Mar de Weddell, en el Paralelo 78º 09' Sur.

El Instituto Antártico Argentino se crea el 17 de abril de 1951.

La adquisición del rompehielos General San Martín se cumple llegando él mismo en diciembre de 1954 al Puerto de Buenos Aires enarbolando el pabellón celeste y blanco y zarpando el 20 de diciembre del mismo año rumbo al Mar de Weddell.

La llegada por tierra al Polo Sur geográfico la concreta el entonces Coronel Jorge Edgar Leal el 10 de diciembre de 1965.

Y la instalación del Fortín Sargento Cabral en Base Esperanza se inicia el 17 de febrero de 1978. Se cumplen así, los cinco puntos establecidos en el Plan de Pujato, bocetado en 1948 ante el General Perón en Bolivia.

ORDEN Nº 1 DE LA COMISION

Al partir la comisión fue leída la Orden Nº 1, suscripta por el Excmo. Señor Presidente de la República Argentina, cuyo texto es el siguiente:

La Antártida Argentina representa la región más alejada y polar del territorio de nuestra patria sobre la que nos asisten los más inquebrantables derechos de soberanía permanente proclamados ante el mundo.

El Gobierno de la Nación tiene el firme propósito de refirmar cada vez más estos irrenunciables derechos mediante el efectivo ejercicio de su soberanía, siendo necesario, a la vez, el establecimiento de bases científicas permanentes destinadas a obtener los antecedentes característicos de la región para una efectiva acción de gobierno.

Por ello el Presidente de la Nación Argentina y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación ordena:

Desígnase para integrar la Expedición científica a la Antártida Argentina en el corriente año, a la siguiente comisión:

Jefe: Coronel Hernán Pujato
Integrantes: Capitán Jorge Julio Casimiro Mottet
Teniente Farmacéutico Luis Roberto Fontana
Suboficial Ayudante Radiotelegrafista Haroldo Juan Riella
Cabo Mayor Lucas Serrano
Cabo Mayo Radiotelegrafista Hernán Sergio González Supery
Doctor Ernesto Natalio Gómez
Señor Meteorólogo Ángel Abregú Delgado
Señor Antonio Moro

Cumplirán con la misión expresa de:

a) Efectuar el conocimiento y reconocimiento de tierras de las zonas polares correspondientes, según instrucciones que oportunamente se le impartieran.
b) Establecer la primera base científica experimentar argentina al sur del Círculo Polar Antártico que concurra al desarrollo de las actividades científicas que se realicen y de acuerdo con los programas a tal efecto.
c) La expedición dependerá directamente del Ministro de Asuntos Técnicos al que comunicará radiotelegráficamente la situación de la comisión y las novedades que el jefe de la misma estime de interés.
d) La expedición se embarcará rumbo a la Antártida el día 12 del corriente, a las 7:30, oportunidad en que será despedida por el suscripto.

El Presidente de la Nación al confiar a todos los integrantes de la expedición la difícil pero tan honrosa misión de llevar la bandera de la patria a la lejana Antártida Argentina, deposita en cada uno de ellos toda su fe de gobernante y el afecto de argentino, deseándoles el mayor de los éxitos en tal magnífica empresa."

Para esa expedición fue el Coronel Hernán Pujato quien seleccionó personalmente a los integrantes priorizando aquellos que conocieran el trabajo de alta montaña.

Se comenzó a organizar la expedición en noviembre de 1950.

Se decidió tener dos casas análogas, prefabricadas, de madera, con aislación especial de corcho de algodón de vidrio, una como casa habitación y la otra de reserva, como depósito y en previsión a posibles incendios.

Eran casas de dos plantas, con refuerzos especiales por los vientos extraordinarios, construidas por técnicos que dirigieron a 25 soldados conscriptos con habilidades de carpinteros a los que se entrenó durante un mes en forma intensiva.

Cada detalle con respecto a la alimentación, vestuario y equipo, material de sanidad, movilidad especial (esquíes, trineos con los siberianos husky para que los remolcara, ramplones, raquetas, tractores carrier a orugas), elementos de meteorología, elementos de comunicaciones, acopio de combustibles, fue previamente discutido, dimensionado y decidido.

No se dejó de tener en cuenta la necesidad de esos hombres valientes de llevar con ellos libros técnicos, bibliografía antártica y de cultura general, discos y juegos.

Nada se dejó librado al azar, se trabajó en base a previsiones.

Llegado el momento de elegir el transporte y habiendo un compromiso de nuestra Nación tanto con Inglaterra como con Chile de no mandar Fuerzas de la Marina de Guerra en misión a la Antártida, se buscó un barco Mercante y fue la Compañía Naviera y Comercial Pérez Companc SA la que por el precio simbólico de $ 1, brindó el BDT (Buque de Desembarco de Tropas o Buque de Desembarco de Tanques) "Santa Micaela", el que fue acondicionado especialmente para la travesía. Tenía una eslora de 101,36 metros, manga de 15,3 metros, desplazaba 6.000 toneladas y tenía una bodega de 80 metros de largo.

Su capitán fue Santiago Ignacio Farrell, de 38 años de edad en aquel momento, pero ya capitán de ultramar, quién ya a los 24 años, con un barco de bandera Argentina pescaba langostas en las cercanías de la Isla Santa Elena, donde estuvo recluido Napoleón y que como capitán hizo viajes a Europa, Asia, África, navegó por el Canal de Suez, el Mar Rojo, aguas de Arabia y de la India y que con toda esa experiencia, no como héroe, sino como hombre capaz lideró este viaje peligroso e incierto por las inadecuadas características del barco para llegar hasta Bahía Margarita y establecer en el islote Barry la Base San Martín.

En el viaje hacia el islote Barry el BDT "Santa Micaela" fue escoltado a partir del 4 de marzo por el remolcador Sanavirón de nuestra marina de guerra, perteneciente al grupo antártico.

Es interesante hacer notar que la instalación de Bases, no siempre fue factible en el mismo continente, pues el enorme glaciar adosado a su costa impide el desembarco; es por ello que en este caso se prefirieron los islotes próximos, libres del peligro que representan las avalanchas, grietas y derrumbamientos. Las fotos documentales tomadas ex profeso, muestran gráficamente y con elocuencia el porqué de esta elección. Durante la navegación se planearon y fijaron las tareas de desembarco, en qué forma se distribuiría el material en el islote base. Un control de descarga en las bodegas del buque y otro de distribución en el lugar de desembarco permitieron realizar los trabajos con celeridad, eficiencia y normalidad.

El 9 de marzo a las 14 horas se iniciaron las tareas para la instalación de la Base. Febril y titánica fue la actividad en el islote y no menos extraordinaria y agotadora la labor de la descarga del material, con infatigable y continuo desplazamiento de las lanchas. En jornadas de más de 15 horas, poco a poco se fue transformando el islote: el 16 de marzo se terminó de armar la casa-habitación, el 20 de marzo, la casa de reserva, 5 galpones y una de las torres de 24 metros de la Radioestación; solo faltaban descargar unas pocas toneladas de carbón.

En la inmensa , tentadora e inhospitalaria región antártica, un núcleo de argentinos necesitó solo 13 días de trabajo efectivo, para levantar la Base Antártica permanente más austral del mundo, (año 1951).

Un cofre de bronce conteniendo tierra de Yapeyú fue depositado como reliquia en la Base en honor al gran General.

El Teniente Farmacéutico Luis Roberto Fontana después de la Fundación de la Base y previa autorización del Señor Comandante en Jefe del Ejército, regresó con las directivas del Señor Jefe de la Expedición para exponer a las autoridades sobre lo actuado en el levantamiento de las instalaciones y preparar todo lo relacionado con la Comisión de Relevo (año 1952), asesorando en todos sus detalles, como representante del Ejército al Señor Ministro de Asuntos Técnicos.

El Presidente de la Nación, en el discurso pronunciado al finalizar la conferencia del General D. Hernán Pujato en 1952, al regreso y después de un año de permanencia en la Base San Martín, decía:

"Creo que esta actividad, que recién comienza para la Antártida Argentina, debió haber empezado hace cincuenta años, pero poco hubiéramos hecho con lamentarnos si a nosotros no se nos hubiera ocurrido comenzar ahora, para dentro de cincuenta años otros argentinos tuvieran que lamentarse por lo que nosotros no hemos hecho. Y fieles a nuestro concepto de que mejor que decir es hacer, hemos comenzado por hacer lo que debió haberse hecho hace cincuenta años.

Esta Expedición ha iniciado esta actividad, son voluntarios argentinos que como en todas las etapas o épocas de nuestra historia han surgido cuando ha sido necesario enfrentar una empresa con abnegación y sacrificio.

Es por eso que en este acto, yo deseo entregar a esta expedición el reconocimiento del Pueblo Argentino que les recuerde que sus esfuerzos y sacrificios, así como su abnegación en el cumplimiento de una tarea de la Nación, no serán jamás olvidados por el Pueblo Argentino, porque los hombres que en el destino de la Patria hacen un esfuerzo más por satisfacer su grandeza y su gloria no mueren en el recuerdo ni en el corazón de los demás argentinos.

Ellos, que han abierto la primera picada en esto, que será una marcha permanente hacia toda la Antártida Argentina, tendrán para la historia, en la puerta de esa primera picada, sus nombres grabados como argentinos que merecen el reconocimiento de la Patria, sobre las tierras que nos pertenecen por todos los títulos habidos, defenderemos nuestros derechos.

Por eso debemos esperar tranquilos y lanzar las generaciones de argentinos en la dirección de nuestra pertenencia antártica, con todo tesón, con toda decisión y con toda energía seguros de que estamos protegidos por Dios, por la justicia y por el tiempo que es el juez más justiciero."

La Antártida comienza a recibir más atención aún del gobierno nacional.

El 7 de febrero de 1952, dos aviones Catalina de la Marina de Guerra, unieron la Base de Río Grande, con el espejo de agua de la Isla Decepción, en la Antártida, realizando así la denominada "Primera Estafeta Aeronaval Antártida Argentina."

En 1953, se crea la Sección Antártida siendo su primer jefe el Teniente Coronel Humberto Bassani Grande.

Habiendo caído el gobierno nacional y popular por la Revolución Libertadora el 16 de septiembre de 1955, una de las claudicaciones que comienza a tener fuerza es la claudicación dar marcha atrás el Acuerdo con Chile, firmando nuestro País el Tratado Antártico en 1959.

Dicho Tratado entró en vigencia el 23 de junio de 1961, al ser ratificado por todos los países signatarios.

Los Miembros Consultivos de dicho Tratado y Signatarios del mismo se dividen en dos categorías:

a) Países que realizan reclamos territoriales : Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido.
b) Países que no realizan reclamaciones territoriales y que no reconocen soberanía a los anteriores : Bélgica, EEUU, Japón, Sudáfrica, República Federativa Alemana, India, Brasil, Uruguay y China.

Este Tratado tuvo además luego Miembros Adherentes: Dinamarca, Países Bajos, Checoslovaquia, Rumania, República Democrática Alemana, Bulgaria, Perú, Italia, Papúa-Nueva Guinea,España, Hungría, Suecia,Finlandia, Cuba, Corea del sur, República Popular Democrática de Corea y Grecia, y establece un congelamiento de los reclamos territoriales por tiempo indefinido tornando a la Antártida en un lugar en donde países muy disímiles realizan una demostración permanente de cooperación científica y de investigación conjunta.

En 1960, se crea la División Antártida, siendo su primer jefe el entonces Teniente Coronel Jorge Edgar Leal.

Se produce la primera visita de un Presidente de la Nación Argentina a la Antártida con su gabinete siendo capital de la República aquel territorio durante breves horas.

La Base Decepción, donde estuvo don Arturo Frondizi fue en la misma década destruída por una erupción volcánica.

En 1963, se crea el Departamento Antártida, siendo su primer jefe el Teniente Coronel Jorge Alfredo Elizagaray.

La Argentina es el único país del mundo que instala un núcleo habitacional desde 1978. Cuenta con cerca de 20 ciudadanos argentinos antárticos.

Desde 1997, se ha instalado en la Base Esperanza la primer Escuela Primaria Provincial en la Antártida , la Nº 38 "Presidente Julio A. Roca" , la que conducen un matrimonio de docentes fueguinos, asignados por el Ministerio de Educación y Cultura de esa provincia, la capilla "San Francisco de Asís", donde funcionan además , una Emisora de LRA 36 Radio Nacional, el Laboratorio "Esperanza", una Antena Satelital (telefonía – televisión), un Mareógrafo (convenio con EEUU), un Sismógrafo (convenio con Italia), y se llevan a cabo actividades científicas en el período estival (Glaciología, Oceanografía, Ecología, Biología, Geología, etc.)

Esta Base es la única donde anualmente habitan 8 familias promedio, produciéndose allí casamientos y los únicos nacimientos en el Continente Antártico (8 niños). La dotación promedio existente es del Ejército 42 personas , de la Fuerza Aérea 2 y 4 científicos. La temperatura máxima es de 8º C y la mínima –30ºC.

Otras Bases Antárticas Argentinas son: Orcadas, activa ; Marambio, activa ; Matienzo, temporaria ; Jubany, activa ; Primavera, temporaria ; Brown, activa ; San Martín, activa ; Belgrano II,activa ; Sobral, inactiva y los Destacamentos : Petrel, inactivo ; Cámara, temporario ; Decepción, inactivo y Melchior, temporario.

En la actualidad existen trabajando en actividades científicas en la Antártida alrededor de 30 países del mundo.

Los países con bases, estaciones científicas, campamentos científicos y/o refugios propios, además de hallarse asociados a una docena de otros países del mundo para la realización de investigaciones científicas específicas (Italia, Japón, Austria, suiza, Alemania, Bélgica, Holanda, etc) asentados en el sector de influencia del Puerto de Ushuaia en la Antártida son:

Brasil – 1 activa
Bulgaria – 1 temporaria
Corea – 1 permanente
Chile – 3 activas, 2 inactivas
China – 1 permanente
Ecuador – 1 activa
España – 1 activa y 1 temporaria
Estados Unidos – 1 activa • Noruega – 1 temporaria
Perú – 1 activa
Ucrania – 1 activa
Uruguay – 1 activa
Rusia – 1 activa
Polonia – 1 activa
Reino Unido – 2 activas, 1 temporaria, 1 cedida a Ucrania, 1 cedida a Chile, 1 cedida a Uruguay y 6 inactivas.
Al firmarse el Protocolo del Tratado Antártico en 1991 se prohibió la explotación de minerales por un lapso de 50 años.

En la XXIV Reunión Consultiva del Tratado Antártico en San Petesburgo, Federación de Rusia. Allí, se aprobó la agenda para la próxima reunión consultiva, que incluye temas de seguridad, incremento de actividades científicas, actividades del Comité para la Preservación del Medio Ambiente y el análisis del funcionamiento del Tratado Antártico y también al levantarse la reserva del Reino Unido, se confirmó por consenso, la instalación de la Secretaría Permanente con locación en la ciudad de Buenos Aires.

En oportunidad de visitar la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, en Octubre del año 2000, gracias a una invitación del Capitán (R) Alejandro Héctor Bertotto , Director Provincial de Antártida de Tierra del Fuego y Representante Argentino por dicha Provincia ante RAPAL ( Reuniones de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos) entre 1996 y 1999, autor del libro "la Ciudad de Ushuaia y su Ubicación Geoestratégica como "Puerta de Entrada a la Antártida", pude ver sin ninguna clase de condicionamiento externo el compromiso patriótico de las Fuerzas destacadas en aquel territorio y su trabajo conjunto y fecundo con representantes del Instituto Antártico, de la Dirección Nacional de la Antártida y grupos de científicos que aprovechan la temporada de verano para realizar sus tareas en el Continente Austral.

A los argentinos del siglo XXI nos toca otra empresa patriótica de importante magnitud, crear condiciones para que el país pueda vivir con sus propios recursos, sin esperar del apoyo crediticio externo, recuperar el valor de la palabra, reconocer que la política es la única forma de cambiar la realidad y amalgamando estos tres elementos construir auténticas políticas de estado que involucren no solo a los gobernantes sino también a cada uno de los ciudadanos, cuya responsabilidad no termina al emitir su voto, sino defendiendo en cada momento y lugar los valores de Patria, Soberanía Política, , Independencia Económica, Justicia Social y Solidaridad.

La defensa de la Antártida Argentina es una posibilidad de demostrar que estamos mejorando como comunidad.

Profesora Selva Judith FORSTMANN

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

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